Tan sólo siete días después del final de la temporada de Fórmula 1 más larga de la historia, Fernando Alonso y Felipe Massa volvieron de nuevo a la acción. Sin embargo, esta vez su cometido fue muy diferente al de Interlagos en lo que a tensión y a intensidad se refiere. La jornada de ayer fue mucho más relajada y festiva, en la que los pilotos del 'Cavallino Rampante' disfrutaron junto con cientos de clientes de Ferrari reunidos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, a las afueras de Valencia, del tradicional cierre de temporada con las Finales Mundiales.

La de ayer fue la primera ocasión en la que Alonso hacía balance de la temporada recién finalizada. "Estoy contento con la forma en la que fueron las cosas", dijo el español. "Al final, perdimos el título por tan sólo tres puntos, pero he completado la mejor temporada de mi vida y ahora sólo pienso en el año que viene. Fue un milagro ver, carrera tras carrera, lo que éramos capaces de conseguir. Está claro que no perdimos el título en Brasil, sino en Spa y Suzuka. El año que vienen intentaremos mejorar el auto, tratando de salir en una posición mejor en la parrilla de salida, evitando de esa manera los accidentes. Esperemos tener un poquito más de suerte también".

"Creo que en estrategia, paradas en boxes, salidas y fiabilidad, ha sido un año perfecto. Todos estamos de acuerdo en que lo que faltaba era el auto, lo que no nos permitió estar al nivel de los mejores durante gran parte del año. Es lo único que debemos mejorar, aunque también es cierto que es lo más difícil de hacer. Con todas las dificultades que tuvimos, como por ejemplo lo lejos que estábamos en los test de invierno, ser capaces de pelear hasta el final por el título significa que somos un gran equipo".

Como era obvio, Alonso habló también sobre el adelantamiento de Vettel a Vergne, que ocupó los titulares de los periódicos durante varios días después del Gran Premio de Brasil. "Aparecieron muchos vídeos en Internet y sabíamos que nuestros aficionados querían una explicación, con lo que era justo que Ferrari preguntase por ello a la Federación. Recibimos una respuesta y creo que ahora todo el mundo está más tranquilo. No presté mucha atención a todo el revuelo causado por el incidente, pero sí que sentía que nuestros aficionados se merecían una respuesta. Sinceramente, no me interesa demasiado lo que se piense de mí en Alemania o en cualquier otro sitio. Lo que sé es que la gente que me ve por la calle me abraza, me llama gladiador o samurái. Lo que me importa son las 1200 personas que componen la familia Ferrari, que me ovacionaron en la cena del sábado".

Ha sido un año espectacular, difícil de olvidar, con momentos irrepetibles como las victorias de Valencia o Malasia. Desde que estoy en Ferrari, creo que he crecido mucho, sobre todo en este último año. Antes, la gente tenía una opinión mejor o peor sobre mí, pero ahora percibo un nivel de respeto completamente diferente. Y luego, para ser uno de los grandes de la Fórmula 1, no basta sólo con ganar títulos, sino que también se deben completar temporadas como la que acaba de terminar. ¿El año que viene? Espero conseguir tres o cuatro puntos más".